Nunca se fueron

La rutina nos embarra.Necesitamos que,de vez en cuando,ese barro se seque un poco para volver a pisar pero por encima y no arrastrándonos por él.

Apartarte un poco te deja margen suficiente para activar la perspectiva.

Cuando era niña sentía fuertemente la potencialidad.Sentía que cada día me traería aventuras porque no conocía lo que iba a pasar,y aunque cada día tenía las mismas rutinas,lo que me hacía caminar por encima,era sentir que el cambio era posible y que,esa posibilidad estaba inserta cada día entre nosotros.

Solo tenía que ir con curiosidad y alegría.Meter la pata no tenía demasiada importancia:había otro día mañana y otro al día siguiente¡era fantástico sentirlo!¡muchos más días llenos de oportunidades!.

El entorno,con sus miedos,cuando ve en tí esa mentalidad de amplitud, se encarga de limitarte a un mundo más pequeño y controlable ¿no es mejor esto?¿no es mejor algo pequeñito y manejable?¿no es mejor refugiarse completamente en la rutina?. Es lo que hacen todos…y entonces, sientes que estabas desnuda;sin una cota de malla,ni una coraza y mucho menos te has hecho con pesadas espadas o escudos que ves que otros no sueltan de sus manos.

Durante unos años,tratas de ponerte esos pesados atuendos forjados en las palabras de las personas de tu entorno cercano,tratando de deformar tu silueta para poder caber en todo aquello que, «más sabios» que tú , te impelan a cumplir.Te quitas valor a tí mismo por estar en minoría y cuando más o menos aprendes de que va esto,comienzas a forjar tu propia armadura.

Quieres algo que te acompañe y se adapte perfectamente a tí y para eso tienes que conocerte bien a tí mismo.Deseas algo suave pero a la vez fuerte y muy flexible,con piezas ajustables e intercambiables,que no te dañe al ponértela y que a la vez sea ligera y transparente, y eliges ir sin espadas ni escudos,que estorban mucho,pesan demasiado y no te dejan las manos libres para poder estrecharlas sellando lazos y creando acuerdos.

Con esa armadura transparente,igual se te ve la figura como cuando ibas desnudo,pero ahora ya vas bien protegido y,a su vez has conseguido un margen de maniobra mucho mayor.

Y cuando por fin te has quitado las esquirlas incrustadas de aquellas forjas de otros y tus pulmones tienen mayor libertad para respirar con tu «traje nuevo a medida»,ves que la oportunidad,la potencialidad y la posibilidad,siguen ahí,que nunca se fueron;solo dejaste de sentirlas por tratar de caber en armaduras que no eran ni de tu estilo ni de tu talla.

Ahora el terreno ya está seco bajo los pies,es solo caminar por encima.

Deja un comentario